9º CAPITULO

   El parque estaba abandonado, no había nadie, absolutamente nadie. Mire a los lados, desesperadamente, haber si encontraba a alguien, pero no encontraba a nadie. Tenía miedo de quedarme completamente a solas con él, sin nadie alrededor aunque fuera un estallo, era ese sentimiento que te bloquea, que te pone nerviosa, eso era lo que sentía en ese momento.

   El se dirigió hacia un banco, el más cercano, me cogió de la mano y camino hacia el, yo fui, le seguí con ese miedo que poseía mi cuerpo.  Nos sentamos. Su mirada penetraba en la mía. Sus manos cogían las mías. Mi cuerpo empezaba a temblar. Mi corazón empezaba a la latir cada segundo más fuerte. El calor de mis manos iba desapareciendo poco a poco.

   Y de repente, alza su voz para decirme.

 -Daniela, te quiero mucho.- Mientras me decía esto cogió mi mano y puso mi mano en su pecho.

 +Y yo, ya lo sabes.-Le dije riéndome con timidez.

 -Ya lo sé, pero yo te quiero de otra forma.

 +Y como me quieres, Maikel?.-le pregunte con un poco de picardía

   Cuando se disponía a responderme, un niño, corriendo, se acerca a nosotros y nos dice:

 *Sois novios?.- Nos pregunto con timidez.

   Y un silencio profundo y largo se hizo en ese parque. Yo no sabía que responder, y me calle esperando que Maikel respondiera, pero él tampoco respondió. Nos miramos a los ojos fijamente, y nos empezamos a reír, como tontos.

 *Ya que no me respondéis, os dejo, chao.-Se fue riéndose.

   Y cuando nos volvimos a quedar solos, él se acerco a mí y………